Las
enzimas no son más que moléculas o
proteínas que se encargan de catalizar ciertas reacciones químicas en el organismo
de todos los seres vivos.
Tradicionalmente,
estos catalizadores se encargan de acelerar reacciones químicas que son
energéticamente posibles, pero que lo hacen a una velocidad notablemente baja.
Este
proceso transforma moléculas conocidas como sustratos en otras diferentes
definidas como productos.
En
tiempos modernos se ha desarrollado un nuevo procedimiento el cual toma lugar
en el uso de estas proteínas, gracias a las denominadas enzimas de restricción.
Enzimas de restricción: usos y tipos
Son
aquellas enzimas que cuentan con la
capacidad de detectar alguna secuencia distintiva de nucleótidos ubicada dentro
de una molécula de ADN, para posteriormente cortarlo justo o en un sitio muy
cercano a ese punto, conocido como diana
de restricción.
Este
corte se realiza mediante la ruptura de dos enlaces covalentes conocidos como
enlaces fosfodiéster, esto genera dos extremos de ADN.
La
forma de estos extremos puede ser roma o escalonada; teniendo los últimos
cierta tendencia a unirse de nuevo, ya que pueden ligarse a otros extremos que,
estando en la cercanía, pueden coincidir con ellos.
Las
enzimas de restricción se han
utilizado de manera más destacable en el diagnóstico de enfermedades genéticas,
que están relacionadas con cambios en secuencias de ADN, normalmente causadas
por mutaciones.
Si
la mutación ocurre en un sitio de reconocimiento, pueden agregarse o eliminarse
sitios de corte.
Gracias
a esto se pueden detectar ciertas enfermedades genéticas a tiempo.
Por
lo general, podemos ubicar tres sistemas, dependiendo del tipo de corte, si
llevan a cabo metilación, o de su utilidad para la clonación de genes. Estos
sistemas son: tipo 1, tipo 2 y tipo 3.
En
cuanto a la nomenclatura de estas enzimas
viene dada por cuatro factores: el primero tiene que ver con las tres
letras que pertenecen al nombre científico del microorganismo escritas en
cursiva (Escherichia coli Eco).
El
segundo viene dado por la cepa o estirpe, si es el caso (EcoR, debido a la cepa RY13 de E.
coli).
En
tercera instancia, se utilizan números romanos para distinguir si hay más de
una endonucleasa de esa misma especie.
Por
último, deberían poseer una R de restricción o una M de metilasa según la
función de la enzima; sin embargo,
esto suele omitirse.
Las
enzimas de restricción más usadas
son: EcoRI, BamHI, DpnI, HindIII, TaqI, NotI, HinfI, Sau3A, PovII, SmaI, HaeIII, AluI, EcoRV, KpnI, PstI, SacI, SAII, SphI, XbaI.
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