La
célula es la unidad fundamental de la vida, esta es capaz de nutrirse,
relacionarse y reproducirse. Cualquier ser vivo es o bien una célula en su
totalidad (organismo unicelular) o un conjunto de células que interactúan entre
sí (organismo pluricelular).
Están
compuestas de una membrana celular, citoplasma y algunas además poseen un
núcleo. Dependiendo de si tienen o no un núcleo pueden ser eucariotas y
procariotas respectivamente, las células con núcleo suelen formar organismos
pluricelulares mientras que las células sin núcleo a los unicelulares.
Las funciones de los seres vivos reflejan las funciones de
las células; de la misma forma que un animal o planta necesita alimentarse,
respirar, reproducirse, comunicarse con su entorno y deshacerse del material
que ya no le es útil, las células también cumplen estas funciones y son las
responsables de que los seres vivos más complejos puedan realizar estas mismas
funciones vitales.
Algunas
células pueden nutrirse sintetizando su propio alimento a partir de materiales
inorgánicos, toman de su entorno agua, sales minerales, dióxido de carbono y
con la energía que les provee el sol, fabrican su propia fuente de energía, las
células capaces de nutrirse de esta forma se llaman autótrofas.
Otras
células se nutren de manera distinta, no son capaces de hacer su propio
alimento y en su lugar incorporan alimentos orgánicos que fueron previamente
fabricados por algún otro organismo, con estos nutrientes las células
sintetizan su materia y obtienen su energía, las células que así se alimentan
se conocen como heterótrofas.
Generalmente
las plantas verdes son organismos autótrofos mientras que los hongos, animales
y bacterias son ejemplos de organismos heterótrofos.
Otra
función importante de las células es la respiración o fermentación, las células
necesitan “quemar” sus alimentos para producir energía, más o menos de la misma
forma que lo hace un motor de combustión interna u ocurre cuando se hace fuego
en una chimenea, estos tres procesos requieren de oxígeno para ocurrir. La
energía química producida por la respiración se almacena en unas moléculas
llamadas ATP.
En
la respiración se toma oxigeno del aire, se usa internamente para procesar un
alimento mediante oxidación y se expulsa dióxido de carbono. El alimento que
suele ser glucosa es el combustible de las células, algunas células no son
capaces de realizar la respiración y recurren a la fermentación, la cual
también utiliza glucosa como combustible pero no requiere presencia de oxígeno,
de esta forma en condiciones anaeróbicas subsisten ciertas células con la
desventaja de que se produce 18 veces menos energía por cada molécula de
glucosa.
Cuando
los productos de la digestión no van a ser inmediatamente usados se almacenan
en orgánulos especiales. Además los residuos de la digestión son recogidos por
una vacuola fecal y expulsados al exterior en un acto llamado excreción.
Una
de las funciones más esenciales para la supervivencia de una célula es la
respuesta a cambios en su entorno o estímulos externos, la célula responde ante
estímulos mayormente con movimientos, puede deformarse o desplazarse, un
ejemplo de células que se deforman son las células del tejido muscular,
mientras que un ejemplo de células que se desplazan son los espermatozoides.
Cuando
cierto estímulo entra en juego, ya sea químico, como la presencia de una
sustancia, físico como un cambio en la iluminación o la temperatura o mecánico
como un golpe o vibración las células tendrán cierta respuesta ante él y
tomarán una acción.
Las
células también se reproducen, no surgen espontáneamente si no que una célula
madre o progenitora las crea. Ésta se divide y produce 2 o más “células hijas”
asegurando así la continuidad de la vida. Un solo organismo concreto, como una
ballena se crea por la simple división sucesiva de una única célula madre
inicial.
La
reproducción celular puede ocurrir como bipartición, esporulación o gemación.
Para que una célula hija sea idéntica a la madre, se debe duplicar el material
del núcleo y luego dividirse, esto se conoce como mitosis. Si el núcleo tiene
solo la mitad del material hereditario la división recibe el nombre de meiosis.
La
reproducción puede ser vegetativa o sexual, en la primera un hijo es igual a su
único progenitor y en la segunda tiene características intermedias de los dos padres.
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