Al día de hoy el hombre da por sentado que la humanidad como especie es la más inteligente de todas las que se conocen, que está en la cima de la cadena trófica y que ninguna otra especie iguala su intelecto, ni tiene el potencial para hacerlo en el futuro. Pero esto no siempre fue cierto y lo que es más, llegar al punto en el que nos encontramos no fue ni simple, ni rápido, ni fácil.  
Para llegar a donde nos encontramos tuvimos que pasar por un sinfín de cambios progresivos pero esenciales, que tuvieron cada uno un impacto más grande del que en una primera inspección podría uno pensar, desde la posición de los pulgares hasta la capacidad de sudoración, que nuestra especie ha desarrollado más que cualquier otro mamífero, cada característica jugó un rol importante en llevarnos a nuestra posición privilegiada.
Entre esos escalones que tuvimos que subir, nos remontamos hasta los pre-hominidos y luego avanzamos hacia los homínidos empezando desde el Homo Habilis, pasando por el Homo Erectus, y finalmente llegamos al Homo Sapiens.
El ancestro más antiguo de los homínidos que a su vez es el más extendido es el australopiteco, es un Pre-Hominido que vivió aproximadamente hace 7 millones de años es el ancestro tanto del hombre como de los chimpancés y los bonobos. La elección principal que marcó la diferencia entre los chimpancés y el hombre, es que los primeros decidieron mantenerse como una especie arborícola mientras que el hombre migró hacia las llanuras.
Aún está en debate si el australopiteco fabricaba herramientas o solamente las elegía, pero se sabe que fueron los primeros primates en caminar erguidos, característica que marco una diferencia de suma importancia, ya que permitio aumentar el rango de visión y dejar las extremidades superiores libres para usar instrumentos.
A partir de este punto un empieza a haber una especie con pulgares oponibles, con una dentadura poco especializada que se asemeja un poco a la del hombre moderno y que en lugar de desarrollar garras opta por uñas.
El Homo Habilis, que significa hombre habilidoso, recibe este nombre por el uso amplio de herramientas talladas en piedra, andaba por la tierra hace 2.5 millones de años y tenía una morfología muy parecida a la de los humanos, asemejándose más a estos que a los monos.
Una de sus diferencias más notables respecto a los pre-homínidos es el tamaño del cerebro que aumentó aproximadamente en un 44% sin un aumento respectivo del tamaño del cuerpo, el aumento ocurrió en las regiones que se usan para el lenguaje hablado, lo cual o bien fue un paso evolutivo importante que posteriormente hizo posible la comunicación o directamente es evidencia de que ya habían empezado a usar sonidos para comunicarse.


Luego tenemos al Homo Erectus según los registros fósiles, no hay duda de que esta especie ya vivía en sociedades relativamente numerosas, de hasta 30 individuos,  además a diferencia de las especies anteriores que basaban su dieta principalmente en frutas, el homo erectus recurría también a la caza, lo cual implica una organización bastante decente así como probablemente también una mejor comunicación verbal.
Se sabe también que el Homo Erectus era capaz de crear fuego y cocer sus alimentos, la caza le proporcionaba carne para alimentarse y pieles para cubrirse, lo cual produciría cambios profundos en sus órganos digestivos  y en la piel reduciendo la cantidad de pelo y grasa necesaria para mantener su temperatura.
Además con alimentos cocidos se necesita mucha menos energía para la digestión, obteniendo más energía en menos tiempo y con la misma cantidad de alimento, lo que ayuda a que se desarrolle mejor la musculatura y el cerebro.
El Homo Sapiens, que significa hombre que piensa, es el hombre moderno,  fabricó y usó instrumentos mucho menos toscos con piedras, huesos y marfil, heredó la alimentación y las técnicas del Homo Erectus, las cuales refinó. Aprendió a pensar y aprendió a enseñar, se organizó más que cualquier otra especie y desarrolló la abstracción gracias a su cerebro mejor desarrollado. Poco a poco fue ganando territorio a los demás homínidos hasta ser el que domina hoy la tierra.

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