Desde pequeños, nuestros padres nos suministran vacunas que van a protegernos más adelante de posibles enfermedades graves, pero ¿Qué son realmente? 
Una vacuna no es más que una preparación biológica que va a devenir en inmunidad adquirida frente a una enfermedad específica. 
Hasta el día de hoy, es el método más eficaz de evitar las infecciones y, además, ha sido analizado y probado en gran medida. 
Tampoco es un tema nuevo: la primera vacuna data del siglo XVIII, específicamente el año 1796 cuando se creó la vacuna contra la viruela, tan efectiva que incluso contribuyó en erradicar por completo esta enfermedad de todo el mundo.

Vacunas y sus tipos

La premisa de una vacuna está basada en el funcionamiento del sistema inmunológico: cuando un patógeno hace su entrada en el organismo, éste reacciona inmediatamente generando los anticuerpos necesarios para erradicarle. 
Una vez el patógeno sea eliminado, no abandona completamente el cuerpo, sino que permanece allí –en una especie de memoria de nuestro sistema– lo que le permitirá atacar más rápida y eficazmente si la amenaza vuelve a ocurrir. Actualmente, existen los siguientes tipos de vacunas:

·         Vacunas atenuadas, donde se utiliza una forma debilitada del virus. Ésta es introducida al cuerpo para mostrarle cómo debe atacar ante dicho virus, por ello son las vacunas más duraderas. Aquí se incluyen la vacuna contra el sarampión, paperas y viruela.
·         Vacuna muertas o inactivadas, creadas a partir de pequeños fragmentos de un virus o bacteria que han sido tratados con productor químicos o calor por lo que ya no se consideran peligrosos. Por ejemplo, la vacuna antigripal, cólera y peste bubónica.
·         Vacunas toxoides, trabajan con componentes tóxicos en lugar del microorganismo completo. Por ejemplo, la vacuna contra el tétanos y la difteria.
·         Vacunas acelulares, surgen de la mezcla de componentes subcelulares del patógeno que han sido purificados. Este método es utilizado en la vacuna contra la tos ferina.
·         Vacunas biosintéticas, de mayor avance tecnológico, son las que contienen sustancias artificiales en las que se imita al virus o bacteria. La vacuna Hib es de este tipo.

Economía

Si bien todos necesitamos vacunas para protegernos, no todos podemos pagarlas. Éste es uno de los mayores retos en cuanto a las creaciones de vacunas, sobre todo por el hecho de que las enfermedades con mayor demanda –como sida y tuberculosis– afectan a regiones sin muchos recursos. 
Sin embargo, es destacable que en los últimos años ha aumentado la cantidad de vacunas suministradas en el mundo. 

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