De forma muy general y basándonos
únicamente en su etimología, la taxonomía
consiste en la clasificación u ordenamiento de las cosas.
Siguiendo esta
vaga definición, cualquiera bien podría ser taxónomo ¿o es que no hacemos esto
a diario?
Nuestra ropa, nuestros libros, nuestro hogar, en fin, todas nuestras
pertenencias se rigen por nuestras propias reglas de organización –aunque a
veces los demás no las comprendan.
La taxonomía,
por supuesto, no se queda allí: tratemos de ahondar un poco más en esta
subestimada ciencia.
Taxonomía biológica
Es la ciencia de la clasificación
aplicada en biología que se encarga del orden sistemático y jerarquizado de los
grupos animales y vegetales.
Por su función, está estrechamente relacionado con
la sistemática; es decir, con la ciencia que estudia las relaciones evolutivas
que se dan entre los seres vivos.
Debido a esto, la taxonomía biológica se encuentra ubicada dentro del mundo de la
biología sistemática: primero se da a conocer el árbol filogenético del
organismo y luego la taxonomía
estudia las relaciones de parentesco que se hayan encontrado.
La taxonomía tiene siempre en mente el estudio de los organismos
basándose en una jerarquía que ha de evidenciar tanto las similitudes como las
diferencias fundamentales que surgieron en un mismo ser.
Su base es una
estructura en forma de árbol en la que cada rama se divide a su vez en ramas
menores y éstas se subdividen hasta llegar al final, cada una de estas ramas es
denominada taxón.
Las categorías que maneja, en orden decreciente, son las siguientes:
- Dominio
- Reino
- Phylum o División (tipo)
- Clase
- Orden
- Familia
- Género
- Especie
Importancia
Para todos es bastante obvia la
gran biodiversidad de la que gozamos.
Un ciudadano regular no podría nombrar
más de cinco seres animales o vegetales fuera de su ámbito regular, mucho menos
dar sus nombres científicos.
Pues para eso está la taxonomía, gracias a ella podemos identificar cada uno de los seres
conocidos, podemos distinguir unas especies de otras y encontrar los rastros
que ha ido dejado la evolución con el pasar de los años.
Asimismo, también
permite que identifiquemos inequívoca y universalmente cada especie, rebasando
la barrera del lenguaje: no importa en cuál país se encuentre un nuevo ser, a
nivel mundial será reconocido bajo un mismo nombre.
Sumado a esto, con la taxonomía se puede estar al tanto de
los nuevos descubrimientos; incluso, basándose en estudios anteriores, se
podría plantear una predicción o pronóstico en cuanto a análisis futuros.
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