Una de las formas más comunes a nivel mundial de tratar la acumulación de los residuos sólidos es por medio de los incineradores. Éstos consisten en grandes máquinas que, mediante un proceso de combustión, reducen la cantidad de basura inicial a un tamaño mínimo. Aunque son ampliamente utilizados alrededor del mundo, existe un dilema en torno a su uso, esto se debe a que ofrecen una solución fácil y efectiva ante el problema de contaminación pero acarrean algunas consecuencias que pueden afectar nuestro medio ambiente.


Incineradores: pros y ventajas
Analicemos, en primer lugar, cuáles son los beneficios que puede aportar el uso de incineradores:
  • Al tratarse de una gran industria con máquinas y procesos complicados que necesitan ser supervisados, los incineradores ofrecen entre 150 y 200 empleos a los ciudadanos de las regiones en las que se encuentren ubicados –esto varía dependiendo del tamaño de la compañía.
  • A diferencia de los vertederos –que deben seguir creándose una y otra vez a medida que van cumpliendo la cuota límite– este procedimiento evita que se consuma más espacio del entorno pues solo se construyen una vez.
  • Aumentan la capacidad de reducir la cantidad de contaminantes que se liberan al medio ambiente al evitar que los residuos vayan a vertederos, ya que allí los mismos desechos van a producir contaminantes (debido a la lixiviación, los vertederos son fuentes de contaminación).
  • Renovación de energía: mediante la combustión de los residuos se puede producir electricidad necesaria en otros ámbitos.

La otra cara de la moneda, los contras
A pesar de sus numerosas ventajas, existen todavía algunos inconvenientes en cuanto a su uso, veamos:
  • El mayor contra que presentan los incineradores consiste en la producción de dioxinas, un producto contaminante que deviene de cualquier combustión, sea grande o pequeña. Claro está, al tratarse de este tipo de industria la contaminación será mayor. Sin embargo, los avances tecnológicos han permitido que surja una nueva generación de incineradores con una producción de dioxinas menor, más aceptable para el medio ambiente.
  • Su construcción es altamente costosa, rondando cerca de los millones de dólares –mucho más que la inversión para un vertedero. Debido a esto, comunidades pequeñas no pueden optar por el método de los incineradores para eliminar sus desechos.
  • También relacionado con los costos: para que un incinerador se mantenga es necesario que cuente con una fuente constante de residuos. Algunos proponen que esta situación influirá en los ciudadanos, reduciendo el impulso que éstos deben tener para evitar generar tantos desechos. 


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