La contaminación puede definirse como la intromisión de agentes externos, en forma de sustancias u otros elementos físicos, que alteran el orden usual de un ecosistema o un ser vivo. Lo más común es encontrar contaminantes en forma de sustancia química, o en forma de energía (luz, calor, sonido o radioactividad). En la época actual es poco común (o prácticamente imposible) que se conserve un ecosistema natural totalmente libre de contaminación, siendo más notable en aquellos ocupados por grandes grupos de seres humanos.
Seres humanos: contaminantes del medio ambiente
Una de las primeras cosas que suelen venir a nuestras mentes cuando pensamos en contaminación tiene que ver con grandes fábricas esparciendo humo hacia el cielo, o basura acumulada en las playas o ríos. Son imágenes totalmente actuales y parecen haber nacido con la Revolución Industrial. Sin embargo, de acuerdo a un artículo publicado en 1983 en la revista Science, se encontró hollín en el techo de cuevas prehistóricas, lo que otorga evidencia de los niveles altos de contaminación que estaban directamente conectados con la inadecuada ventilación de las fogatas. El ser humano ha contribuido con la contaminación desde tiempos prehistóricos, siendo de esta manera los principales contaminantes.
Posterior a ello, se sabe que civilizaciones antiguas como la china, la griega y la romana también participaron en la contaminación al tener como un oficio habitual la forja de metales.
Pero no todo se limita a la contaminación del aire, la cual deviene en contaminación atmosférica. También hemos tomado parte como especie en la contaminación acústica, al reproducir sonidos a un volumen desmedido o a través del sonido de motores, alterando la tranquilidad de la zona, generando estrés y pudiendo limitar la capacidad auditiva de los individuos que se han visto más afectados.
De igual manera, hemos participado en contaminación térmica, lumínica, visual, electrónica, radioactiva, electromagnética, hídrica. Las guerras han causado grandes estragos también en este departamento. Nuestros desechos cubren tierra, mar, aire y en tiempos más actuales han llegado al espacio, con diversa basura de nuestros vehículos y herramientas espaciales. A pesar de todo denotar lo contrario, no solo hemos tomado el rol de contaminantes: también se han tomado iniciativas para contrarrestar este mal que poco a poco se ha ido apoderando del mundo.
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