Los tetrápodos son aquellos animales vertebrados que –como bien lo
indica su nombre– poseen cuatro extremidades; por ejemplo, los anfibios, mamíferos,
reptiles y aves, y que pertenecen al clado denominado Tetrápoda.
Hoy en día, se consideran tetrápodos aquellos vertebrados cuyo hábitat es terrestre (como las
ranas, tortugas e incluso gatos y perros); algunos que han regresado al agua
(focas, tortugas marinas, delfines) y también un pequeño grupo de vertebrados
que han perdido, sea parcial o totalmente, las cuatro extremidades que
caracterizaban a sus predecesores, incluyendo animales como ballenas y
serpientes.
Características de los Tetrápodos
Este clado tiene más de 300
millones de años de antigüedad, por lo que sus integrantes –al menos unas 24000
especies– han evolucionado de maneras muy distintas; sin embargo, guardan
algunas características comunes:
· Desarrollan
respiración pulmonar al alcanzar la edad adulta.
· Cuentan
con un sistema de circulación doble; es decir, la sangre circula dos veces por
el corazón en cada ciclo.
· Habitan
en ambientes terrestres –como se mencionó anteriormente, solo unos pocos
regresaron al medio acuático.
· Los
que viven en medios acuáticos desarrollaron membranas interdigitales que les
facilitan la natación, mientras que los del medio terrestre cuentan con
uñas-garras que ayudan en el desplazamiento.
Origen
Se cree que los primeros tetrápodos se desarrollaron hacia el
final del período Devónico –hace algunos 360 millones de años– en hábitats de
agua dulce, específicamente bajos y pantanosos.
Estos tetrápodos primitivos
evolucionaron a partir de peces de aletas lobuladas o carnosas que contaban con
un cerebro bilobulado en un cráneo aplanado, boca ancha, hocico corto y ojos en
la parte superior de la cabeza; es decir, que solían ubicarse hacia el fondo de
su entorno.
Es gracias a estos tetrápodos
tempranos que se da la característica universal en este clado: miembros
delanteros que se doblan hacia atrás en el codo y miembros traseros que se
doblan hacia adelante en la rodilla.
Evolución
Ya hacia el período Carbonífero,
el grupo de los tetrápodos comenzó a
diversificarse: los pulmones se desarrollaron como órganos secundarios para la
respiración, ya no solo en medios anaeróbicos sino también en las
concentraciones de agua con poco oxígeno.
Las aletas comenzaron a convertirse
en extremidades mucho antes de que los tetrápodos
se desplazaran totalmente hacia el ambiente terrestre, por lo que, en un
principio, no soportaban tanto peso y tuvieron que desarrollar articulaciones
para lograr caminar.
También la posición de la cabeza evolucionó, levantándose
y facilitando así el movimiento y la alimentación de estos vertebrados.
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