Un volcán es un conducto que comunica la superficie terrestre con los niveles profundos de la corteza.
Los identificamos como montañas altas –aunque algunos pueden hallarse en el suelo o bajo el agua– y cada cierto tiempo tienen erupciones, éstas son episodios violentos de actividad donde el magma que se encuentra reposando en el centro de la tierra es por fin expulsado.
Es esta liberación la que poco a poco va dándole la forma característica de cono al volcán.



Partes de un volcán
Antes de profundizar en este tema, es necesario que conozcamos las partes básicas de un volcán:


  • Cámara magmática: es la zona más profunda del volcán ya que es allí donde se encuentra el magma que luego será expulsado. El magma es una masa de rocas fundidas con una elevada temperatura que abarca diversos materiales, como el silicato.
  • Conducto o chimenea: es la vía a través de la cual asciende el magma hacia el cráter. 
  • Cráter: es la salida por donde se arrojan los materiales alojados en el volcán.
  • Cono volcánico: aquél que se va formando debido a las erupciones, pues ese material se va acumulando en los alrededores del cráter. Mientras más tiempo de vida tenga un volcán y mayor sea la intensidad de sus erupciones, más probabilidades tiene de crecer el cono volcánico.

Clasificación según su actividad
Dependiendo de la frecuencia de sus erupciones, los volcanes pueden ser:

  • Activos: aquellos que se mantienen en estado de latencia o que pueden producir erupciones en cualquier momento, éstas pueden extenderse por una hora o varios años. Abarca la mayoría de los volcanes puesto que suelen entrar en actividad y luego permanecer en reposo por un período largo.
  • Inactivos o durmientes: aquellos que entran en actividad muy esporádicamente; es decir, fueron activos durante algún tiempo pero han pasado siglos sin arrojar magma e igualmente presentan algunos signos leves de actividad.
  • Extintos: aquellos que no han presentado ninguna erupción en más de 25000 años. A pesar de esto, no se descarta que puedan pasar a ser activos sin previo aviso.

Clasificación según su erupción
Por último, los volcanes también se separan según el tipo de erupción que posean, estas serían:


  • Hawaiana: delgados ríos de lava que serpentean por la superficie sin explosiones.
  • Vulcaniana: mezcla de gases y magma acompañada por explosiones violentas.
  • Vesubiana: grandes explosiones junto a nubes ardientes que cuando se enfrían generan precipitaciones de cenizas.
  • Estromboliana: magma fluido junto a materiales ardientes y grandes explosiones gaseosas.
  • Peleana: lava viscosa que se sella con rapidez, cerrando el cráter y haciendo que la presión de los gases encerrados genere una gran explosión.


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