Es
un tipo de artritis que suele venir acompañada de dolor y rigidez en las
articulaciones además de inflamarlas; a menudo inicia en el dedo gordo del pie.
A
la gota también se le conoce como
“enfermedad de los reyes” pues es de conocimiento público que el Rey Enrique
VIII padeció de esta dolencia.
Igualmente, se cree
que personalidades como Charles Dickens, Leonardo da Vinci, Cristóbal Colón,
Beethoven, Alejandro Magno e incluso Sir Isaac Newton sufrieron este mal.
Gota: causas y síntomas
La
gota se produce cuando en la sangre
comienza a almacenarse ácido úrico; éste normalmente se disuelve y abandona el
cuerpo en la orina pero hay ocasiones en las que se acumula en forma de
cristales y es lo que ocasiona la enfermedad.
Como
se mencionó anteriormente, el primer ataque se da en el dedo gordo del pie.
Dicho
primer ataque mejora con los días pero más adelante vuelve a repetirse con
mayor potencia y frecuencia. Los síntomas de esta enfermedad son:
- Nódulos en codos, manos u oídos –grupos de cristales.
- Piel de color rojo o violáceo.
- Fiebre alta.
- Dolor intenso en las articulaciones (tobillos, manos, muñecas, rodillas y pies).
- Inflamación en las articulaciones, también con mucha sensibilidad en las mismas.
- Poca flexibilidad en las articulaciones.
Diagnóstico
Existen
algunos exámenes que ayudan a identificar si una persona está sufriendo de gota, todos buscan la presencia de los
cristales de ácido úrico en el organismo:
- Se realiza un análisis de sangre para medir los niveles de ácido úrico y creatinina. Sin embargo, este método puede no ser del todo efectivo ya que algunas personas pueden presentar niveles elevados pero no sufrir de gota y viceversa.
- Con una aguja se lleva a cabo la prueba de líquido articular, ésta extrae líquido de la articulación y la muestra se analiza con un microscopio.
- Otros métodos como radiografías, ultrasonidos y TC con energía dual también funcionan ya que muestran los cristales en las articulaciones.
Tratamiento
El
tipo de tratamiento que está disponible para la gota se centra en disminuir el dolor de los ataques además de
prevenir los futuros.
En
su mayoría, incluyen medicamentos antiinflamatorios no esteroides que ayudan
con la hinchazón, al igual que hormonas como la prednisona y, sobre todo,
colchicina que suele tomarse en las primeras horas de un ataque.
Por
supuesto, también se recomiendan cambios en la alimentación y el estilo de vida
del paciente para ayudar a disminuir la acumulación del ácido en la sangre.
¡COMENTA!: