Desde hace mucho tiempo ha existido la interrogante de si el tomate es un vegetal o una fruta. Es bien sabido que los jardineros plantan los tomates en huertas de vegetales, a pesar de ser catalogadas como frutas, además muchos de nuestros ancianos las suelen llamar manzanas del amor, sin embargo, estos carecen de la dulzura esperada en una fruta. La verdad es que un tomate es una fruta y en este artículo te explicamos la razón de esto.

En primer lugar tratemos la confusión, esta proviene de nuestra práctica cultural de clasificar a las plantas comestibles por el sabor, es decir si es dulce significa que es una fruta, mientras que si no es dulce se cataloga como una verdura. Botánicamente hablando estas son el resultado de la reproducción de una planta cuando el fruto es originado de las flores pertenecientes a las plantas polinizadas. Estrictamente hablando todo aquello que posea semilla es fruta, no tiene por qué ser dulce o no serlo, es por esto que en esta clasificación no solo se incluyen los tomates sino las vainas de guisantes, los aguacates y demás.

Todas las partes de las plantas que no son frutos se consideran vegetativas, es decir no reproductivas y estas son: los tallos, las raíces y las hojas. En este orden de ideas, las coles de Bruselas, las patatas, las zanahorias y las espinacas son hortalizas y siguiendo con esto el orégano forma parte de los tallos y las hojas, mientras que la canela es parte de la corteza y también se consideran como vegetales a pesar de ser catalogados como especias o hierbas.

En conclusión, el tomate evidentemente es una fruta porque contiene semillas sin importar que sea o no dulce, pero dado que carece del dulzor la gran mayoría de las personas lo considera como un vegetal.

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