Un equipo internacional liderado por el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) ha comprobado cómo la diversidad funcional de avispas parasitoides en islas no se corresponde con lo que se esperaría en función del número de especies, es decir, que haya muchas especies diferentes en una isla no significa que su forma de interactuar con el ecosistema, medida a partir de su diversidad funcional (rasgos morfológicos, desarrollo y estrategias de ataque), varíe significativamente de unas a otras. Los resultados apuntan a que son los hospedadores de dichas avispas los que actúan como filtro para dejar que se establezcan unas u otras especies.

La investigación ha consistido en analizar, en 53 archipiélagos del planeta, el efecto del área, aislamiento, altitud, la región o del clima de cada isla en la diversidad funcional de las avispas parasitoides de la familia Braconidae. Al parasitar, estas avispas matan a la especie hospedadora, por eso muchas veces esta familia de insectos himenópteros se utiliza para controlar plagas de insectos. “Gracias a la información que hemos obtenido podemos entender mejor las reglas que determinan el establecimiento de las avispas parasitoides, un grupo de gran importancia en el control de algunas plagas de insectos”, contextualiza Ana Santos, investigadora del MNCN.
De izquierda a derecha la avispa parasitoide Misaphidius sp; una larva de Acroclita subsequana parasitada y Meteorus ictericus
Según la teoría de biogeografía de islas el aislamiento o el tamaño son factores que afectan al número de las especies que alberga una isla. En las islas más cercanas a otras masas terrestres, de más tamaño o con más relieve la riqueza de seres vivos es mayor que en las islas más pequeñas, aisladas y planas.

“Sin embargo, cuando hablamos de diversidad funcional, es decir, los rasgos morfológicos y de comportamiento relacionados con la interacción de cada especie con el ecosistema, los efectos de la biogeografía de islas no funcionan de esta manera y encontramos que, aunque si se da mayor variedad de especies en islas de gran tamaño o menos aisladas, estas son más parecidas entre sí de lo que esperaríamos a partir de las que podrían haber llegado”, explica Santos. “Los datos obtenidos nos indican que existe algún tipo de filtro que dificulta el establecimiento de cualquier tipo de avispas parasitoides. Creemos que son los hospedadores presentes en cada isla los que estarían determinando las características funcionales de las especies que consiguen establecerse”, concluye la investigadora del MNCN.

Fuente: MNCN

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